¡Hola! Después de tanto tiempo encerrados en casa, gracias al Señor aún seguimos cuerdos y vivos ¡Aleluya!
Yo estoy aprendiendo a sacar lo mejor de cada temporada, y El Señor poco a poco me ha enseñado a cómo sobrevivir a la cuarentena sin caer en depresión o ansiedad, y sin morir en el intento – jaja. Hoy quiero compartirte 7 consejos que me han ayudado a mantener mi salud física y espiritual en buen estado.
¡Espero que te sirvan!
1. Modo, “No molestar.” El Señor ya está con nosotros pero he descubierto que algunas -muchas- veces estamos muy distraídos para notarlo, así que establecer un horario para apagar tu celular, o ponerlo en modo “no molestar”, ¡puede hacer la gran diferencia! Sé que en estos tiempos la tecnología se ha convertido en nuestra gran aliada, pero no podría enumerar las veces que ponerle a mi celular un horario ¡me ha dado los mejores momentos de intimidad con Dios! Además esto te ayuda a ser intencional y dedicarle toda tu atención al Señor.
2. Leer y meditar en la Palabra de Dios (Josué 1:8.) La Palabra de Dios es clave para llegar a tener encuentros con Él, pero entre la Palabra y el encuentro está la meditación. Leer con calma y pausadamente te ayudará a enfocarte, y ademas podrás absorber con mayor facilidad lo que estás leyendo. Así que no te presiones si no lees tus capitulos diarios, más bien ocúpate de que tu corazón esté atento a conectar con lo que estás leyendo, ya que la Palabra es el mismo corazón de Dios. No se trata de leer mucho, se trata de entender con nuestro espíritu y corazón lo que estamos leyendo.
3. Adorar (Juan 4:23) ¡Ah, mi favorito! Podría estar horas escuchando y cantando música que fue escrita para el Señor. La adoración es otro medio para mantenerse presente en La Presencia de Dios a un nivel más profundo. Adorar en espíritu y en verdad es como estar conectados a la misma adoración que rodea el Trono de Dios. Lo que yo hago es ponerme los audífonos y reproducir las alabanzas que me llevan a ese nivel de conexión. Me permito sentir la canción, y me enfoco en ser parte del grupo de ángeles y santos que adoran a Dios. ¡Es una experiencia increíble!
4. Orar (1 Tesalonicenses 5:17) Uno de los puntos que no puede faltar es la oración, pues ésta nos relaciona directamente con Dios. A través de la oración podemos conectar con Su corazón, y aprendemos a enfocar nuestra atención en sus deseos y no solo en los nuestros. ¡Que no te intimide el tiempo o las palabras que le dices al Señor! Hay oraciones de un minuto, ¡y hay otras que nunca acaban! Pero si este es un punto difícil para ti – seamos sinceros, no es un hábito fácil de adquirir – te invito a que le pidas ayuda al Espíritu Santo para que te dirija a llegar al punto de una conversación 24/7 con Dios. ¡Lo vas a disfrutar!
5. Soaking o Sumergirse. Mi secreto (¬ u ¬)/ (Salmos 16:11) Estoy empezando a aprender el arte de «Sumergirse» en la Presencia de Dios ¿Qué cómo es esto? Pues puede lucir de muchas maneras, pero creo que las características generales es detener tu cuerpo y tus pensamientos (preocupaciones, aflicciones, incertidumbres, preguntas, etcétera), para estar quieto y enfocarte en Dios. Así de simple. La simple acción de poner toda nuestra atención en quién es Dios, es más que suficiente para tener encuentros con Él. De manera práctica (y para mí) el soaking luce así: yo acostada – si, acostada – en mi cama escuchando música de adoración, enfocandome en la letra de la canción, dejando mi mente a un lado y poniendo total atención al Trono de Dios. Honestamente tres de cada diez veces me quedo dormida, pero no importa -(U u U)- aun así estoy sumergida en la Presencia de Dios ¡y descanso como no tienen idea!
6. Convivencia (Salmos 133:1) No debemos de olvidar que Dios nos creó como seres relacionales así que hay que darle la importancia que merece. Una vez más pon tu celular en modo “no molestar” e intercambia las redes sociales por un juego de mesa, una conversación, la última película de acción, cocinar una comida, en fin las opciones son muchas pero ¡el objetivo es hacer algo con alguien más! Si eres introvertido asegurate de relacionarte con la gente a un nivel que puedas manejar y no te deje completamente exhausto; y si vives solo, puedes organizar una llamada con un amigo o (en este caso) hacer buen uso de la tecnología y buscar actividades en línea en las que puedan participar. Kahoot! Puede ser una buena opción.
7. Ejercita tu cuerpo (1 Corintios 3:16) En los últimos días me he dado cuenta del gran impacto que el ejercicio está teniendo sobre mi cuerpo y mi energía física ¡Quien lo diría! Sin darme cuenta rindo más en mis horas de trabajo, mi sueño ha mejorado, he podido desarrollar dominio propio sobre mi cuerpo y mente a través del ejercicio. No olvides que El Señor creó tu cuerpo y tienes que cuidar de él.
¡Y el pilón!
8. Contenido saludable. (Mateo 6:22-23) Pon atención a lo que le dedicas tiempo, sobre todo a lo que ves y escuchas en esta cuarentena. El internet se puede convertir en un gran aliado o en nuestro peor enemigo. Puede que con tanto tiempo libre la idea de ver cualquier cosa parezca insignificante pero llenar tu mente y corazón con todo lo que la red tiene para ofrecer no siempre es una buena idea. Mi recomendación: cuando estés en línea, cuidate de no crear hábitos que confundan tu percepción del tiempo y si te resulta sencillo establécete un horario para usar las redes ¡Hay muchas apps que pueden ayudarte a administrar el tiempo que pasas en internet! Además, intenta edificar tu mente y espíritu al buscar y consumir contenido que impacte tu mente de manera positiva.
Recuerda que estos son consejos y no instrucciones. ¡No tienes que presionarte para poner todo en práctica! Crear hábitos lleva tiempo – al menos 21 días. Pero sobre todo recuerda que hasta el esfuerzo más pequeño para comenzar una rutina saludable ¡es un buen inicio! Zacarías 4:10 «No menosprecien estos modestos comienzos, pues el Señor se alegrará cuando vea que el trabajo se inicia…